La construcción del desarrollo nacional no es una tarea exclusiva del Estado, sino que es el resultado de la suma de voluntades donde convergen los ciudadanos, la sociedad, las instituciones públicas y privadas, en la búsqueda del bienestar colectivo.
Las universidades como parte del sistema educativo de un país tienen la sagrada misión de formar los profesionales provenientes de la educación preuniversitariaque van a aportar sus conocimientos para contribuir al progreso de una nación; asimismo, a la investigación, al debate de las ideas y la innovación; y, a la medida que la escuela se deteriora, ocurre lo mismo con las universidades.
La escuela como centro de las políticas públicas
La calidad de la educación es un elemento vital para alcanzar el desarrollo pleno de una nación. Por tanto, es un compromiso del Estado interpretar el pensamiento de Rousseau en su libro el contrato social, cuando un niño o una niña nace se visualizan dos potenciales padres; es decir, educadores, es por ello, que cuando el deterioro de los sistemas educativos va socavando la institución fundamental de una nación que es la familia, se genera un impacto negativo y perturbador para obtener ciudadanos con los valores, capacidades y competencias necesarias para formarse en las distintas áreas del saber y, consolidar el Estado de bienestar.
El deterioro del sistema educativo produce un círculo vicioso en la sociedad que va destruyendo los cimientos familiares; en consecuencia, se pierden los primeros formadores, porque la escuela es una extensión de la familia, impacta negativamente en la formación de distintos profesionales; por tanto, tenemos profesores sin las capacidades ni los valores ni el compromiso social de lo que significa ser un maestro. Trayendo consigo consecuencias diversas que afectan la convivencia pacífica.
En nuestro país, antes de la pandemia la educación de calidad era un reto, postpandemia se hace urgente una reforma al sistema educativo; por eso, el informe del Banco Mundial, UNESCO y UNICEF afirma que 4 de cada 5 niños no entiende lo que lee, a esto se le agrega la deserción escolar y la violencia en las escuelas, efecto asociado en gran medida por las redes sociales.
Reformas Necesarias
Uno de los retos más importantes que tiene el sistema educativo dominicano es comprender lo necesario, trascendental y fundamental, que es la Educación Física para el mejoramiento de la educación. Implementando un verdadero programa de Educación Física y Actividad Física, y educación temprana, a los 3 años,como lo establece la Estrategia Nacional de Desarrollo Ley 1-12, nuestro país puede encaminarse por los senderos en el mejoramiento de la calidad de la educación, colocando la escuela como el centro de las políticas públicas.
En pleno siglo XXI que se cree que el profesor de Educación Física es un entrenador físico y un entrenador deportivo. Sin embargo, son tres profesionales distintos. En la mayoría de los casos los profesores de Educación Física no cuentan con las competencias necesarias para ser forjadores de nuestros futuros ciudadanos, y su presencia en los recintos educativos es precaria.
La Educación Física es el alma de la escuela, y constituye políticas públicas de bajo costo con múltiples beneficios, que construyan las bases para mejorar los amplios indicadores negativos que tenemos en nuestro país, en materia de educación, e impactaríamos la deserción escolar, el embarazo prematuro, la desigualdad, la violencia y otros males que aquejan la sociedad en el día de hoy.
República Dominicana ha alcanzado la universalización y el acceso a la educación. Tenemos tanda extendida, y un sin número de recintos educativos, lo cual refleja un avance.
Para poder tener una sociedad con justicia social y equidad, es necesario hacer nuestra la frase de la jueza de la Suprema Corte de Estados Unidos, Sonia Sotomayor, que hasta que no llegue la igualdad de educación no tendremos una sociedad igualitaria. La escuela es la base para la construcción de una sociedad más justa, pero sobre todo más humana.